Mi niña interior. Hoy, mi niña, a la que hasta hoy he llamado mi niñe interior, me ha dicho que es niña. No fue fácil para ella, y lo hizo muy rápido. La abracé, y le dije que bien, que la quiero, que respecto su identidad de género, pero que para mi tampoco es gran cosa y que puede cambiar tantas veces como quiere, y que la quiero igualmente.
Hace casi seis meses, al inicio de mi relación con mi niña interior, escribí: