Encontrade – le niñe que era yo

¡Por fin! Por fin, creo que, he encontrade le niñe que era yo, escondiéndose y protegiéndose. Le veo sentado en el suelo en una esquina, las rodillas lo más cerca posible al cuerpo, con los brazos protegiéndose la cabeza y tapándose las orejas y ojos. Pero le veo.

Hace 5½ escribí, al primero solo para mi, pero luego lo publiqué en mi blog:

El niño que busco es el niño que era yo hace 40-45 años. Cuando tenia 10 o 11 años, este niño y cualquier recuerdo desaparecieron, o fueron encerrados, juntos con sus y mis emociones. No se donde esta encerrado este niño, y donde esta la llave para liberarlo. No me recuerdo de nada de el, que vida vivía, como se sentía y si era feliz – al menos a vez en cuando. Tengo la sensación que no lo era, o por que desapareció, por que fue encerrado? Solamente me recuerdo de la calle en la que vivía este niño durante los primeros ocho años de su vida, y de nada mas.

Creo que tiene todavía menos años, quizás siete, quizás ocho.

Anoche, ya después de la meditación, y ya en la cama, pensé otra vez – en alemán – que no puedo ni pensar ni conversar conmigo misme en alemán. Fue un desencadenante, y al menos durante media hora no pude dejar de llorar. Cada vez cuando paré de llorar, volví a pensar en algo similar, y empecé de nuevo. Luego conseguí tranquilizarme algo, pero volví a llorar frecuentemente. En un momento pensé en este niñe – mi niñe interior – sentado dentro de unos muros.

No sé cuando encontré sueño. Me desperté sobre las 2:30h, y tuve la sensación que había dormido algo. Poco, pero algo. Dormí en trozos de quizás una hora hasta más o menos las 5:30h, pero a partir de este momento poco más. Hoy sigo muy cansade.

Por la mañana temprana, ya despierte, volví a llorar frecuentemente. Empecé a ver a este niñe – mi niñe interior – por la primera vez. Lo miro, y veo que mi mira cuando piensa que no le miro. No sé quién tiene más miedo, mi niñe interior o mi yo adulte.

Hace 5½ años escribí:

Tengo la sensación que ya hay grietas en los muros que encierran este niño, grietas por las que filtran unas emociones encerradas, hasta ahora bien guardadas. Emociones fuertes que me hacen llorar (algo de lo que he estado incapaz desde la desaparición del niño hasta ahora). Todavía son emociones sin recuerdos, por que no hay nadie quien podría contarme las historias de estas emociones, de este niño. Y estas emociones me causan mucho miedo, el miedo mio de las historias que podría contar el niño, o ¿quizás el miedo del niño? No lo sé, y parar encontrar la respuesta tengo que buscar el niño – el niño que era yo.

Ahora le he encontrado. Y tengo el miedo que podría esconderse otra vez. Esta mañana le dije tímidamente “Hola”, en español, pero no reaccionó, pero yo tuve que llorar otra vez. Creo que ambes necesitamos tiempo. Tiempo para acostumbrarnos le une a le otra. Tiempo para tomar confianza. No quiero ir demasiado rápido, solo para que se esconde otra vez. Por ahora me limito a mirarlo, dejarlo en paz, para que deja de taparse las orejas y ojos, para que toma confianza.

¿Es mi niño interior, mi niña interior, o mi niñe interior? No lo sé. Todavía no hemos sido capaces de hablar, no ha sido capaz de decirme nada. Prefiero hablar, por ahora, de mi niñe interior, para no asignarle un género con el que quizás no se siente comode. ¿Se sentía niño, niña, niñe, unicornio, …? No lo sé. Sé que desde que tengo recuerdos he tenido mi lucha con y contra la/mi masculinidad. Pero, ¿le niñe? ¿Le forzaron a ser niño? ¿Se sentía niño? Como no lo sé, y sé de mi yo adulte que asignarme un género equivocado – masculino o femenino – me molesta mucho, prefiero cuidarle y esperar hasta que puede contarme su historia.

¿Y el abuso, sexual o no? Tampoco sé. ¿Por qué le niñe se esconde, se protege? ¿Por qué tanto miedo? Espero que en su momento me lo va a contar. Por ahora necesito paciencia, acercarme muy despacito, y darle tiempo para tomar confianza. Al menos le he encontrado. Y esto es un avance. Ya no tengo que buscar a le niñe que era yo.