Busco: el niño que era yo
Busco un niño desaparecido, y no me sirve un anuncio de búsqueda en un periódico o una denuncia de desaparición en la comisaria.
El niño que busco es el niño que era yo hace 40-45 años. Cuando tenia 10 o 11 años, este niño y cualquier recuerdo desaparecieron, o fueron encerrados, juntos con sus y mis emociones. No se donde esta encerrado este niño, y donde esta la llave para liberarlo. No me recuerdo de nada de el, que vida vivía, como se sentía y si era feliz – al menos a vez en cuando. Tengo la sensación que no lo era, o por que desapareció, por que fue encerrado? Solamente me recuerdo de la calle en la que vivía este niño durante los primeros ocho años de su vida, y de nada mas.
Es cierto que yo mismo he participado en su desaparición. Nunca me gustaba ver fotos de el, o escuchar a sus padres – mis padres – hablando de el, por que siempre sentí que ni las fotos ni los cuentos de los padres representaron lo que sintió este niño que era yo, como experimentó su vida. Como también sus cuentos de mi vida siempre eran muy lejos – casi irreconocible – de como yo he percibido mi vida, ¿como puedo confiar en sus historias del niño que era yo?
A veces pienso que quizás podría encontrar este niño en la calle donde vivía. Pero no me siento capaz de ir a esta calle. Se exactamente donde esta la calle, pero cuando me imagino tomar el tranvía desde la estación del tren hacia la calle, bajar del tranvía y entrar en la calle siento muchísimo miedo. Quizás es el miedo del niño, o mi miedo de encontrar el niño? O los dos miedos a la misma vez? Por eso no me siento capaz de hacer este viaje y acercarme al lugar en el que vivía este niño los primeros ocho años de su vida. Tengo que buscar el niño en otros lugares.
Tengo la sensación que ya hay grietas en los muros que encierran este niño, grietas por las que filtran unas emociones encerradas, hasta ahora bien guardadas. Emociones fuertes que me hacen llorar (algo de lo que he estado incapaz desde la desaparición del niño hasta ahora). Todavía son emociones sin recuerdos, por que no hay nadie quien podría contarme las historias de estas emociones, de este niño. Y estas emociones me causan mucho miedo, el miedo mio de las historias que podría contar el niño, o ¿quizás el miedo del niño? No lo sé, y parar encontrar la respuesta tengo que buscar el niño – el niño que era yo.
Busco un niño desaparecido, encerrado, por que siento que ya no puedo vivir sin encontrarme con el y empezar a conocerle. Y siento que el niño ya no puede mucho mas, que necesita ser liberado. Necesito que este niño me cuenta sus historias – las historias reales, como se sentía y lo que le pasó. Posiblemente nunca era capaz de contarlas, por que nadie quiso escucharle o tomarle en serio. Pero ahora si, quiero – tengo que – escuchar a este niño que era yo.
Andrea(s), 29 de agosto de 2016
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