¿Qué hacer cuando el flashback se parece demasiado a la realidad (o la realidad a un flashback)?
¿Estoy en un flashback? Esta mañana me he despertado con otro sueño raro. No me recuerdo de todo (normalmente no me recuerdo de nada, y es la segunda vez en pocas semanas que me recuerdo de un sueño), pero me recuerdo de la necesidad de escapar, de – otro vez – perder un tren. Me recuerdo que pensaba en tomar otro tren, pero me desperté y no sé si conseguí tomar este otro tren.
Otra vez había otras dos personas en el sueño – no tengo muy claro si eran mi hermano y hermana. Al inicio pensaba que sí, pero al final no lo tengo tan claro. Otra vez les daba igual lo de perder el tren, y les daba igual lo de tomar otro tren.
También me desperté con la espalda tensa, y la tensión no se ha ido durante todo el día. Al contrario, ha aumentado. Ayer tuve sesión con mi psicóloga, y hablé de mi frustración por la “nueva normalidad”, que nos – los movimientos sociales – ha quitado nuestras herramientas de poder: la acción masiva, y especialmente la desobediencia civil masiva. Hablamos del desempoderamiento y de la necesidad de, otra vez, empoderarme. Hablamos también que sí me he empoderado en los últimos meses en relación a mi autocuidado, pero esta vez se trata de un empoderamiento social, es decir, encontrar otra vez nuestro poder como movimientos sociales, más concreto como movimiento por la justicia climática. Hablamos también de la sensación de impotencia en mi juventud, la incapacidad de escapar de una situación familiar toxica, que ha causado mi trauma complejo.
Y la realidad es muy similar: soy incapaz, todes somos incapaces de escapar de esta “nueva normalidad” que nos quita el poder. Entonces, ¿estoy en un flashback, o la realidad de hoy se parece demasiado a un flashback?
Por la mañana intenté trabajar un poco, pero fue un fracaso total. Lo dejé, y salí para pasear, y me tomé una chocolate caliente en el Viajero Sedentario, y me empecé a escribir en mi cuaderno. Tuve ganas de llorar, y realmente me sentí al borde de llorar, pero no me vinieron las lágrimas. Volví a casa y escribí unos correos a amigues activistas por la justicia climática, sobre mi sensación de desempoderamiento y me necesidad de encontrarme con elles. Bien – fue un paso importante. Luego también escribí un articulo breve desde mi perspectiva personal queer sobre el debate trans- y queerfobo desencadenado por el argumentario del PSOE. Bien también. Sentí que había soltado varias cosas, y durante un rato me sentí un poco más tranquile.
Más tarde escribí también un correo a mi colectivo por la justicia climática sobre mi sensación de desempoderamiento. Bien también. Necesito compartir esta sensación, como no puedo resolverla sole.
Salí otra vez por la noche para pasear un rato, y luego fui a mi bar cerca para tomarme un vino y escribir otra vez en mi cuaderno. Pensaba que estaba algo mejor.
Pero, la verdad es que no. Qué no estoy mejor. No puedo dormir. Me tormenta la sensación de desempoderamiento, de impotencia (la impotencia de mi juventud). Pero, ¿es un flashback? El desempoderamiento es real. El ‘año de la rebelión por el clima’ se ha ido a la mierda, y tampoco va a ser posible en otoño montar una rebelión potente. Se ha ido nuestro poder. Nos lo han quitado con la nueva normalidad, y no podemos escapar. Al mismo tiempo, se acelera la emergencia climática, y los gobiernos del mundo empiezan a rescatar a la aviación, a la automoción, y a otras industrias basadas en la energía fósil y el extractivismo, y el Banco Central Europeo esta comprando billones de Euros de deuda de multinacionales de energía fósil, así atrapándonos en un modelo económico fósil para muchos años más, poniéndonos camino hacia un calentamiento global imparable. Y justo ahora tenemos una ola de calor en el ártico con temperaturas de hasta 38 ºC en Siberia. Se acaba el tiempo, y esto es una realidad, y no es mi critico interno hablando, catastroficando. La realidad es una catastrofe, y me siento sin poder, impotente. Cómo en un flashback. O, ¿estoy en un flashback?
Al final me levante y me tomé un baño – a la una de la noche. En el baño, pensaba sobre sí o no estoy en un flashback. Tuve que llorar, y me vino ‘Scheisse’ (mierda) varias veces en alemán. Esto sí es una señal de un flashback, como normalmente no pienso en alemán.
Estoy pensando en los trece pasos de Pete Walker para manejar un flashback, y como aplicarlos cuando el flashback se parece demasiado a la realidad. Hay muchos pasos que me cuestan, como la realidad es así, una mierda. ¿Estoy segure? En el momento sí, pero nos estamos jodiendo nuestro clima y nuestro planeta. ¿Resistir al critico interno dramatizando y catastroficando? Pero, ¿cómo, cuando la emergencia climática es real y se esta acelerando, y las políticas de rescates económicas nos están atrapando en una economía fósil (y destructiva), así jodiendo a nuestro clima?
Lo que sí estoy intentando es relajar a mi cuerpo (el baño), permitirme el duelo, y soportarme en mis relaciones seguras. También sé a qué me esta volviendo el flashback – a la impotencia de mi juventud. El problema es que la realidad de hoy es quizás todavía peor, no limitada a mi, sino es una impotencia al nivel social.
Escribiendo esto, me viene dolor. Siento dolor en mi pecho. No siento miedo, pero sí frustración, impotencia, desempoderamiento. Siento tristeza. Siento rabia también, tanto la rabia de mi juventud hacia mis padres, como mi rabia actual hacia los políticos, el sistema económico actual, y la nueva normalidad de mierda.
¿Flashback o realidad? Ya no sé. Las dos se parecen demasiado.
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