¡No puedo más!

¡No puedo más! ¡No puedo más sin ver a mis amigues! ¡No puedo más sin abrazar a mis amigues! Estoy llorando. Por tristeza. Por dolor. ¡No puedo más! Estoy en mi límite, o, mejor dicho, ya he pasado por enzima de mi límite. ¡No puedo más!

Tengo pensamientos de suicidio, más fuerte que nunca. Me dan miedo. En el baño pensé en romper la copa del vino para cortarme las venas. No lo hice (obviamente). Anoche pensé en cortarme las venas con un gillete. ¡No puedo más!

Estoy pensando en hacer una lista de personas a contactar en el caso de que lo haría (y esta lista no va a incluir a la mierda de mi familia), aunque no creo que lo haría (ni la lista ni suicidarme).

Tengo ganas de salir a la calle y tirar una piedra en la comisaria de la policia en la Alameda. Tengo ganas de tirar hacia abajo todas estas pancartas y carteles de "quedateencasa" o "#todosaldrabien". ¡Mierda! ¡Nada saldrá bien! ¡No puedo más!

Tengo miedo, no del Coronavirus, pero de mi misme. Necesito salir de esto, ver y abrazar a mis amigues. A la mierda con el Coronavirus. A la mierda con un decreto de Estado de Alarma que ignora por completo la salud mental. ¡No puedo más! Necesito salir de esta mierda.