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Mis desencuentros con Extinction Rebellion (XR) - una critica solidaria
Me gustaría exponer algunos de mis desencuentros políticos con XR, qué me hacen replantearme mi participación en XR. Entiendo esto como una critica solidaria, que me hace pensar que quizás el mejor apoyo que puedo dar a XR es desde fuera, y no desde dentro, como tampoco quiero contribuir a un bloqueo dentro de XR.
Tengo que admitir que entré en XR ya con muchas dudas, consciente de algunas de las criticas en relación a XR en el Reino Unido. Mi propia experiencia con XR internacional (la poca que he tenido) tampoco ha sido positiva, más bien un desgaste. Pero prefiero centrarme en XR Estado español, aunque tengo que admitir que el acercamiento a XR internacional forma parte de mi alineación de XR. Aunque XR habla mucho de la horizontalidad y de la holocracia, al fin y al cabo existen al nivel internacional estructuras de liderazgo poco transparentes y poco democráticas (https://www.peacenews.info/blog/9354/reflections-extinction-rebellion), y tengo la sensación que se usa la palabra ‘holocracia’ para ocultar estas estructuras de poder dentro de XR.
Creo que hay un desacuerdo principal al fondo: construimos un movimiento de movimientos (la estrategia detrás de 2020: Rebelión por el clima / By 2020 We Rise Up ) o centramos todo en un tema (la estrategia de XR). Como consecuencia de este desacuerdo, hay muchos otros desacuerdos pequeños. En otras palabras: queremos construir un movimiento por la justicia climática o hablamos solamente de la emergencia climática?
Mi posición al respeto es clara: pienso que necesitamos un movimiento por la justicia climática, un movimiento de movimientos (como también dice Naomi Klein). Dije en una entrevista publicada en La Marea:
"La justicia climática incluye la perspectiva de justicia de género y de justicia social y global, por lo que tiene el potencial de aglutinar muchas de las luchas actuales. Además, el impacto del cambio climático es cada vez más evidente e incrementa otras injusticias sociales y globales. Y deberíamos hablar también de los limites de los recursos naturales, de una crisis multidimensional que ha venido para quedarse (y puede ir a peor).
Hablar del movimiento por la justicia climática como un movimiento de movimientos no es lo mismo que decir ‘el movimiento prioritario’ o ‘central’. Más bien, es un movimiento de confluencia, puesto que las consecuencias del cambio climático afectan a todo el mundo. Lo vemos por ejemplo con el tema de la inmigración; el extractivismo, tanto en su forma de extracción de minerales o energías fósiles como de la agroindustria en el Sur Global para nuestro consumo en Europa o EE.UU, en combinación con el impacto del cambio climático hace que se intensifiquen los conflictos y aumenta la destrucción de la tierra y de las bases de vida de muchas comunidades y países del Sur Global, produciendo así migraciones, de las que solamente una pequeña parte llega a nuestras fronteras. El aumento de las temperaturas y más sucesos climáticos extremos (tormentas, huracanes, etc) contribuyen a la destrucción de las bases de vida de cada vez más comunidades, causando más migraciones, del mismo modo que el extractivismo contribuye al cambio climático por su consumo de energía fósil causando todavía más calentamiento."
Al contrario, en XR escucho casi siempre: “no deberíamos hablar de otros temas!”. De este desacuerdo estratégico vienen muchos otros desacuerdos: sobre si o no nos definimos ecofeministas (desde mi perspectiva es necesario una base en los ecofeminismos), si o no somos anticapitalistas, la relación con Ben & Jerry’s, y mucho más.
Es cierto, nos quedan 18 meses para prevenir lo peor (https://diasp.eu/posts/9411224). Pero estoy convencide que no podemos prevenir lo peor ocultando las otras contradicciones de nuestra sociedad, las otras emergencias existentes (como bien dicen algunos colectivos en esta carta abierta a XR: https://diasp.eu/posts/9155996):
"… [P]ara construir un futuro diferente, o incluso imaginarlo, tenemos que entender qué es este “camino” y cómo llegamos al mundo tal como lo conocemos ahora. “La verdad” de la crisis ecológica es que no hemos llegado aquí por una secuencia de pequeños errores, sino que hemos sido empujados aquí por poderosas fuerzas que impulsaron la distribución de los recursos de todo el planeta y la estructura de nuestras sociedades. Las estructuras económicas que nos dominan fueron creadas por proyectos coloniales cuyo único propósito es la búsqueda de la dominación y el beneficio. Durante siglos, el racismo, el sexismo y el clasismo han sido necesarios para que se mantenga este sistema y han conformado las condiciones en las que nos encontramos.
Otra verdad es que para muches, la desolación no es algo del “futuro”. Para aquelles de nosotres que somos indígenas, de clase trabajadora, negres, morenes, queer, trans o discapacitades, la experiencia de la violencia estructural se convirtió en parte de nuestro derecho de nacimiento. Greta Thunberg llama a los líderes mundiales a actuar recordándoles que “Nuestra casa está en llamas”. Para muches de nosotres, la casa ha estado en llamas durante mucho tiempo: siempre que sube la marea de violencia ecológica, nuestras comunidades, especialmente en el Sur Global, son las primeras en ser golpeadas. Somos les primeres en enfrentar la mala calidad del aire, el hambre, las crisis de salud pública, la sequía, las inundaciones y los desplazamientos."
Nombrar estas dinámicas de poder, nombrar al patriarcado, al capitalismo, al colonialismo, al racismo, a la diversofobia como raíces del problema de la actual emergencia climática es - para mi - imprescindible. Esto no significa que necesitamos acabar con el patriarcado y el capitalismo para tomar las primeras medidas urgentes para frenar al cambio climático (obviamente no). Pero significa, para mi, incorporar estas dinámicas de poder, de privilegios, de marginación, en nuestras estrategias para construir un movimiento de movimientos.
Parafraseando a Cynthia Enloe se podría decir: “La incesante acumulación de evidencias de cada vez más sociedades nos ha dado mayor seguridad para afirmar que, omitir la cuestión del género en cualquier explicación de cómo se produce la emergencia climática, no sólo entraña el riesgo de caer en un análisis político deficiente, sino también el de que las campañas para revertir dicha emergencia resulten siempre infructuosas”. Lo mismo podemos decir sobre el capitalismo, el racismo, etc… Nuestras estrategias deberían incorporar un análisis amplio de los raíces del problema, y responder no solamente a la emergencia climática, sino al mismo tiempo a las dinámicas de poder, exclusión y marginación.
XR habla mucho de los 3,5% de la población que hay que activar (basándose en el trabajo de Erica Chenoweth y Maria Stephan ). También XR (Inglaterra) refiere mucho al libro This is an Uprising de los hermanos Engler. Al mismo tiempo, desde mi lectura, XR esta ignorando aspectos cruciales de las investigaciones. No creo que podemos activar a 3,5% de la población ignorando sus problemas cotidianas. Por eso me convence más una estrategia de aglutinar luchas, de construir un movimiento de movimientos por la justicia climática, y menos la estrategia de XR de ocultar estas dinámicas de nuestra sociedad. Aunque el crecimiento de XR hasta ahora ha sido impresionante, estoy convencido que llegara a su techo pronto, quedándose en ciertos grupos sociales.
En Sevilla, desde La Transicionera y el Salmorejo Rebelde, hemos empezado construir este movimiento de movimientos, estamos construyendo 2020: Rebelión por el clima al nivel local, incorporando a colectivos feministas, ecologistas, contra el turismo, y otros. Se queda corto todavía, pero creo que estamos llegando a grupos a los que XR no puede llegar, como ignora sus problemas, su realidad en el capitalismo cisheteropatriarcal.
Por suerte, en el Estado español XR se ha unido a 2020: Rebelión por el clima. Quizás mejor nos encontramos en el futuro en este espacio, apoyondanos, coordinandonos, criticandonos (con cariño y solidaridad). La unidad se construye respetando y valorando la diversidad, las realidades y visiones de cada une. En XR parece que se quiere construir unidad ocultando y negando las diferencias, las realidades de cada une, y no me siento entendide, respetade y valorade como quien soy en XR. No siento que hay espacio para mi realidad en XR.
Un abrazo rebelde,
Andrea(s)
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