- English
- Español
¡LA JUSTICIA CLIMÁTICA SERÁ QUEER O NO SERÁ! - El Salmorejo Rebelde para el Orgullo Critico
“La justicia climática será queer o no será”, lo decimos claramente desde el Salmorejo Rebelde. Puede parecer raro. ¿Qué tienen que ver la represión y marginación de las personas LGTBIQA+ y la justicia climática?
Lo primero, en el Salmorejo Rebelde somos bastante personas disidentes sexuales y/o de género. Entonces, no podemos olvidarnos de nuestra situación como tales en el colectivo o movimiento en el que militamos. Y, desgraciadamente, lógicamente, hemos visto la homo/trans/queerfobia también dentro de nuestro movimiento climático y queremos militar siendo bienvenides con todas nuestras identidades.
Pero, como dijo Catriona Sandilands ya en 1994, hace 27 años: “para conseguir una inclusión y conversación significativa no es suficiente con la mera presencia de cuerpos homosexuales en los bloqueos de las carreteras de tala. No es suficiente simplemente agregar ‘heterosexismo’ a la larga lista de dominaciones que dan forma a nuestras relaciones con la naturaleza, tampoco lo es ‘agregar queers” a nuestros listados de lo que significa ‘opresión’ y ‘explotación’. No es suficiente con ponerse iconos con triángulos rosados junto a los que dicen ‘Salvemos a las ballenas’y ‘Detengamos la lluvia ácida’” – o “salvemos el clima”, se podría añadir.
Sabemos que la pandemia que todavía estamos viviendo – sufriendo – desde ya más de un año es consecuencia de nuestra relación de dominación con la naturaleza, como también lo es la emergencia climática. Les disidentes sexuales y de género somos especialmente vulnerables a esta pandemia y a anteriores catástrofes, muchas veces mal llamadas naturales. Campos de refugiados o refugios temporales durante eventos climáticas extremos no son espacios especialmente seguros para personas LGTBIQA+, y muchas veces nos excluyen de los programas de ayuda diseñados para modelos de vida cisheteronormativas. Por esto, como personas disidentes sexuales y de género, deberíamos tener un interés especial en prevenir eventos climáticos extremos, pandemias y otros catástrofes supuestamente naturales.
Pero, la necesidad de una justicia climática queer viene de más allá, viene de nuestra relación con la “naturaleza”. ¿Naturaleza? Este termino en si mismo ya es una construcción que nos sitúa afuera de la naturaleza, o, mejor dicho, por encima, al menos a las personas leídas como hombres. Necesitamos una ecología queer, un ecofeminismo queer, para ir a las raíces de la emergencia climática, de la emergencia ecosocial y de la situación nuestra, de las personas disidentes sexuales y de género. Podemos identificar al cisheteropatriarcado, al capitalismo cisheteropatriarcal, como una de las raíces claves de la mierda que vivimos, y de una mierda mucha mayor que vendrá si no paramos este sistema destructivo o suicida, si no conseguimos limitar el aumento de las temperaturas, la destrucción de la biodiversidad y de las bases de nuestras vidas.
Parte del problema de la emergencia climática es una fe casi sin limites en la capacidad del “hombre” – en masculino – de controlar a la naturaleza a través de la tecnología. Ahora, esta misma fe nos quiere vender las falsas soluciones de una “recuperación verde” o de un capitalismo verde y sostenible.
No necesitamos falsas soluciones, ni de la emergencia climática, ni de la exclusión y represión de las personas disidentes sexuales y de género. Necesitamos cambios profundos – un cambio radical de sistema capitalista cisheteropatriarcal productivista y extractivista.
Nuestras luchas están estrechamente entrelazadas, como lo están las raíces de nuestros problemas. Luchamos contra distintos aspectos del mismo sistema de dominación y explotación que mata a otres seres vivos, que destruye sistemas no vivos, y que también nos mata a nosotres, disidentes sexuales y de género. Por esto: ¡La justicia climática será queer o no será!
- Inicie sesión para comentar