Howard Clark (* 6 de marzo de 1950, ✝ 28 de noviembre de 2013)
El 28 de noviembre, Howard Clark, pacifista, anarquista, presidente de la Internacional de Resistentes a la Guerra, amigo, y muchas cosas más, falleció inesperadamente de un ataque al corazón.
Muy lentamente estoy asumiendo que Howard, quien fue un compañero muy importante en mi vida durante los últimos 20 años, ya no está con nosotros.
Conocí a Howard hace ya casi 20 años, desde que me involucré en la Internacional de Resistentes a la Guerra, y realmente no me puedo imaginar una IRG sin él.
La primera vez que me encontré con Howard fue probablemente en noviembre de 1994, cuando visité la oficina de la IRG en Londres poco antes de la conferencia Trienal de la IRG en São Leopoldo en Brasil en diciembre de 1994. Fui a Londres por una semana para ayudar con el trabajo de la preparación de la conferencia. Howard fue muy acogedor, y disfruté de muchas discusiones y los almuerzos comunales en la oficina de la IRG, con una mezcla de chisme y debates políticos. Hay que reconocer; Howard era bueno en los dos.
Luego me encontré con Howard en la Trienal, y un año después durante la reunión del consejo de la IRG en Urnieta en Euskadi, estado español. Su conocimiento sobre la noviolencia, y aún más sobre movimientos noviolentos en distintas partes del mundo era impresionante, y un recurso disponible de acceder. Un año después, en 1996 durante la reunión del consejo de la IRG en Lieja en Bélgica, donde me involucré en el comité para la preparación de la próxima Trienal, prevista para el año 1998 en Croacia. Significaba un trabajo más cercano, y nos encontrábamos más a menudo ya que Howard todavía estaba empleado por la IRG. Su conocimiento de la región de los Balkanes, y su trabajo con el Balkan Peace Team, fueron muy importantes durante la preparación de la conferencia trienal de la IRG. Howard también participaba de las discusiones sobre el proyecto Noviolencia y Empoderamiento Social, que nació de su propuesta de hacer una serie de consultas con movimientos de la lucha armada, lo que se había discutido durante la Trienal de Brasil.
Howard era un muy buen organizador, y conocía bien la Internacional de Resistentes a la Guerra, de ahí que podía pronosticar donde surgirían tensiones (aún más, a veces le gustaba polarizar). Cuando la IRG estaba revisando y actualizando su declaración de principios dinamizó muchas de las discusiones (que duraron unos años), y fue capaz facilitar las negociaciones, para que al fin se aprobara la declaración por consenso – no fue una tarea fácil.
Howard dejó la oficina de la IRG en 1997, y se trasladó a España para vivir con su pareja Yolanda. Mientras yo me encargué del puesto del tesorero, Howard inicialmente era parte del Comité de Ejecutivo – un error, como él y otros reconocieron después (el dimitió del Comité de Ejecutivo después de un año). Sin embargo, continuó como miembro del consejo de la IRG, y contribuyó a muchas discusiones; era probablemente uno de sus miembros más activos. También participaba en el Comité sobre Noviolencia y Empoderamiento Social (durante la Trienal en Croacia dinamizó un grupo de trabajo sobre el tema con Vesna Terselic), que se constituyó específicamente para organizar una conferencia de estudios internacional sobre el tema. Yo también me involucré en el comité, y luego trabajaba a media jornada desde Oldenburg en Alemania en la organización de la conferencia, que tuvo lugar en febrero de 2001. En este comité, trabajando con Howard, realmente valorizaba su conocimiento tan amplio de movimientos noviolentos en todo el mundo, y la gran cantidad de contactos que tenía con estos movimientos – un recurso invaluable para la preparación de la conferencia. Aunque al fin Howard no participó en la conferencia, pienso que el formato y el contenido de la conferencia hubieran sido muy distintos sin su participación en el comité de organizador.
Ingresé al personal de la IRG en mayo de 2001, y aunque Howard ya no trabajaba en la oficina, ni vivía en Londres, ni era parte del Comité de Ejecutivo, podía sentir su presencia. Estaba en contacto por correo electrónico, criticando y apoyando el trabajo de la oficina de la IRG, y muchas veces le pedí su opinión o consejo, o le pedí escribir un artículo. Siguió como miembro del consejo, y como uno de los miembros más activos. Pero también su conocimiento institucional era muy valioso, ya que estaba involucrado en tantas redes y pequeños grupos de trabajo como representante de la IRG que a veces era duro desenredar todo sin su ayuda.
Desde la conferencia trienal en Croacia en 1998 la IRG ha introducido seminarios internacionales conectados a las reuniones del consejo, para debatir algunos temas en más profundidad, pero también para hacer posible el fundraising para los viajes. Howard siempre tenía un rol en estos seminarios, como dinamizador o ponente, y en la mayoría de los casos tomaba su papel muy serio. La oficina podía siempre contar con él.
Además Howard estaba involucrado en Peace News, por su rol en Peace News Ltd y Peace News Trustees. También se involucraba en Peace News – muchas veces como autor, pero también apoyando la revista de otras formas, y luego durante unos años como uno de los directores de Peace New Ltd – éramos parte de bastantes discusiones sobre el contenido o la dirección política de la revista. Pienso que estábamos de acuerdo en que Peace News ya no tenía un rol relevante para la IRG, pero también sobre las oportunidades de una revista británica relanzada. Probablemente no estábamos de acuerdo sobre algunas otras cosas, pero ello nunca tenía un impacto en nuestra relación.
Hay tantas cosas más que decir. Cuando la IRG lanzó su Programa de la Noviolencia en 2005, Howard otra vez estaba allí para apoyarlo. Aun me recuerdo de una reunión del comité del programa en la casa de Howard y Yolanda en Coventry, donde vivieron durante un año, que disfrutaba mucho, aunque no puedo recordar las discusiones que teníamos. Howard participaba en el trabajo del Manual de Campañas Noviolentas de la IRG, entre muchas otras cosas. Y en la preparación de su papel como presidente de la IRG participaba en el comité que organizaba la conferencia trienal de la IRG en Alemania en 2006.
Durante mis últimos seis años (o 6 ½ años) en la oficia, trabajé con Howard como presidente, lo que significaba una relación más estrecha. No me recuerdo cuantas veces pedíamos a Howard que escribiese algo para el boletín de la IRG, el Fusil Roto, especialmente cuando necesitábamos algo más programático o haciendo enlaces entre distintos temas. Y probablemente la conferencia de la IRG en la India nació de una idea de Howard, aunque inicialmente no estaba planeada como una conferencia trienal de la IRG. También fue Howard quien convenció a Dominique Saillard volver a la IRG como tesorera, un puesto que estuvo vacante durante unos años.
Salí de la IRG a finales del año 2012, y supongo que fue Howard quien tuvo la idea loca de cantar “Born to be Wild” con palabras un poco cambiadas durante mi última reunión del Consejo en Bilbao en octubre de 2012. Fue un momento bastante emocional para nosotros dos, después de tanto trabajo conjunto durante tantos años en varios roles.
La última vez que nos encontramos fue en octubre de 2013 en Madrid, cuando le visité en su casa para almorzar. Como siempre, discutimos sobre la Internacional de Resistentes a la Guerra, pero también discutimos otros proyectos posibles para el futuro, que ahora tienen que realizarse sin él – o no se realizarán.
El piso de Howard y Yolanda en Madrid, y su casa en Tubilla del Agua, siempre estuvieron abiertos, no importaba si era de vacaciones o un viaje para la IRG, y probablemente era lo mismo para muchos más. Algunas veces paraba en Tubilla del Agua (entre Santander y Burgos) cuando andaba en bici por España, la última vez en verano de 2012, y siempre disfrutaba mi estancia. Claro que no pudimos evadir las discusiones políticas – especialmente sobre temas y cosas de la IRG – pero no era todo. Era una compañía muy divertida, aunque yo no compartía su entusiasmo por el fútbol ...
Todavía no sé lo que significa la muerte de Howard para mí. No pienso que sería la misma persona que soy sin él. No sé – de hecho no pienso que me hubiese involucrado tanto con la IRG sin Howard (y Dominique – Howard no puede tomar todo el crédito de esto), ni me habría quedado trabajando en Londres casi 12 años en la oficina de la IRG.
Mis pensamientos van a ti Yolanda y a vuestros dos hijos, Ismael y Violeta.
Howard, me te voy a extrañar.
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