El horror de las mascarillas

Cada vez, cuando veo noticias sobre hacer el uso de las mascarillas obligatorio en cada vez más espacios, entro en pánico, y me sube la ansiedad. Instintivamente siento que ponerme una mascarilla siempre cuando quiero salir sería ponerme un desencadenante de mis reacciones traumáticas yo misme. Pero no entendía por que.

Ahora creo que tengo una mejor idea. Con la mascarilla la crisis sanitaria llega a mi cuerpo, es decir, la crisis (y el Estado) me imponen algo que tiene que ver con mi cuerpo. Un cuerpo no respetado con sus limites en mi infancia y adolescencia, es decir, durante los primeros 20 años de mi vida. Un cuerpo, que ha sufrido repetidas invasiones en su espacio intimo durante 20 años, y posiblemente abuso. Un cuerpo violado. Para mi, las mascarillas las siento como una invasión, como una violación de mi cuerpo, y no como una protección. Otra vez más no se respeta a mi cuerpo, no se respeta a mi espacio intimo, no se respeta a mi.

Noticias de este tipo, la perspectiva de que tengo que usar mascarillas a salir de mi casa, me causan muchísima ansiedad. Llegan otra vez pensamientos de suicidio. No puedo con otra invasión, otra violación de mi cuerpo.

Con esto no quiero decir que no entiendo racionalmente el por que. No lo comparto, al menos no hasta el nivel de la obligación, pero puedo entender las razones. Pero entenderlo no cambia lo que siento: la violación de mi cuerpo, la invasión en mi espacio intimo. La mascarilla me lleva directamente al trauma de mi infancia y adolescencia, como entra en mi espacio intimo.

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