El género acaba! (Si tú quieres)
En verano de 2015 nació en Brooklyn, Nueva York, el colectivo y la campaña Gender is over (if you want it), adaptando el lema famoso de John Lennon y Yoko Ono War is over (if you want it). Principalmente el colectivo, formado por Marie McGwier y Nina Mashurova, dos personas que se identifican como no-binarias, promueve su mensaje a través de camisetas con el lema y eventos. Con los ingresos apoyan a colectivos trans y queer. Desde el inicio Gender is over ha logrado sobre todo mucha visibilidad para personas trans y no-binarias.
No obstante, no es tan fácil acabar con el género, como tampoco es tan fácil acabar con la guerra. Desde finales de 1969, cuando John Lennon y Yoko Ono lanzaron su campaña, el mundo ha sufrido no se cuantas guerras, y casi 50 años mas tarde el fin de la guerra parece más lejos que nunca. Tampoco el género esta desapareciendo todavía, aunque sí quisiera que lo hiciese. Quizás al menos se están formando unas grietas en el sistema de género.
Nosotres somos agentes en la construcción de nuestro género
En las teorías feministas el género se entiende como socialmente construido y distinto del sexo, que se entiende como algo natural o biológico. No obstante, los dos – el género y el sexo – se entienden generalmente como binarios, y a un bebe macho se asigna el género masculino, y a un bebe hembra el género femenino (y hasta hace poco se forzaba violentamente a les bebés intersexuales hasta que encajaron en una de estas dos categorías).
Una vez asignado un género al bebé, empieza la construcción social entorno a éste de su género, con expectativas de ciertos comportamientos, con privilegios (para los niños), y mensajes muy abiertos y otros más sutiles. Y desaparece en esta idea de la construcción social que el género es también nuestra propia agencia – la sociedad no solamente construye nuestro género, nosotres estamos participando y actuando en la construcción de nuestro género. El lema El género acaba – si tú quieres pone el énfasis en nuestra autoconstrucción del género, que potencialmente abre perspectivas para un cambio. Como Judith Butler escribió ya en 1990 en El género en disputa, el género es un acto performativo, y lo estamos actuando nosotres. Según Butler, la repetición constante de actos performativos consolida lo que la ley heteronormativa construye como género. Y al mismo tiempo, este carácter performativo permite su subversión, “el acto abre la posibilidad a nuevas significaciones“.
La identidad de género: asignado y elegido
En El género en disputa Judith Butler también cuestiona la relación aparentemente natural que la ley heteronormativa ha impuesto de sexo, género, deseo y práctica. No es cierto que una persona que nace mujer (o es asignada el sexo mujer al nacer) tiene que tener un género femenino, ni desear a hombres, ni tener practicas sexuales heterosexuales. Aquí no hay nada natural. Todo es resultado de construcciones sociales y procesos discursivos – construidos tanto por la sociedad como por nosostres mismes..
No obstante, no es tan fácil elegir el propio género. Como yo me siento o defino es solamente una parte. Como existo en un mundo social, mi género depende tanto de mi como de que género me ha sido asignado, que género “lee” la sociedad sobre mi. Además, según ésta me lee, me asigna más o menos privilegios. Nosotres, las personas trans o queer, personas no-binarias, lo sabemos bien. Cuántas veces han ignorado mi género, cuántas veces me han leído como hombre (a veces como mujer), aunque me identifico como queer, como no-binario. La sociedad me fuerza a encajar en su sistema binario de sexo/género.
El género acaba (si tú quieres) como visión utópica
El género acaba (si tú quieres) además tiene otro aspecto: señala una visión de un mundo sin género, o al menos un mundo en que el género no importa, no tiene ninguna relevancia social.
¿Qué significaría un mundo sin género? Para mi, si el género no importara, creo que permitiría más diversidad, sin la necesidad de adaptarse a normas (escritas o no). En un mundo sin género, las personas podrían elegir una profesión, el modo de vestirse (no habría departamentos de ropa para hombres o mujeres – solamente departamentos de ropa para todes) y comportarse libremente. Además, podrían expresar, sentir, amar y desear a quien quisieran y como quisieran, en definitiva, elegir propiamente todo lo que el género construye y atribuye.
Lo más importante, un mundo sin género sería un mundo que no asume la dominación masculina sobre lo femenino. Un mundo sin género sería un mundo sin privilegios masculinos.
Alana Queer
Entrevista con Marie y Nina: http://www.hopesandfears.com/hopes/city/fashion/214915-gender-is-over-interview (ingles)
Una critica de “El género acaba”: Galen Mitchell: https://transsubstantiation.com/gender-is-over-if-you-want-it-or-maybe-not-4daee3e34f2 y https://transsubstantiation.com/go-ahead-make-my-gender-1649edfe403f (ingles)
Maldita Radfem: Imaginando un mundo sin género, https://malditaradfem.wordpress.com/2017/03/24/3-imaginando-un-mundo-sin-genero/
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