IDENTIDADES COLECTIVAS: TRAMPA O INSTRUMENTO PARA EL FORTALECIMIENTO
Las identidades colectivas –"nosotros" como maricas, o como cualquier otro grupo –son habitualmente percibidas como formas de fortalecimiento social, ya que proporcionan un sentido de pertenencia. Pero por otro lado, por su propia existencia, las identidades colectivas crean nuevas fronteras de "dentro" y "fuera", y nuevas formas de comportamiento que limitan la libertad de ser y de hacer de las personas. De este modo, la identidad puede ir contra el fortalecimiento , e incluso puede amenazar la vida de los pueblos como muestran los ataques nacionalistas y homofóbicos. Posiblemente aquí yo esté obviamente condicionado. Considero que las identidades colectivas (ya esté, basadas en la étnia, el género o la nación) no son en ningún modo "naturales"; todas ellas son construcciones sociales. Esto no quiere decir que no existan o que no ejerzan influencia en nuestras vidas . Pero sí significa que nosotros jugamos un papel activo también en nuestra identidad colectiva, estabilizándola o deconstruyéndola. Como soy gai, escribiré desde esta perspectiva, pero en cualquier caso estoy convencido de que similar proceso se da en la construcción de otras identidades colectivas, y por tanto mis pensamientos no se limitan a la identidad gai.
CONSTRUYENDO "EL OTRO"
No es coincidencia que los hombres, europeos occidentales o norteamericanos, heterosexuales, de clase media y blancos ignoren su identidad: Representan la "norma", con la cual toda persona es medida. Las identidades colectivas tienen frecuentemente definiciones de "el otro", diferente de la norma y por lo tanto "de menos valor". Al mismo tiempo estas descripciones de "el otro" son necesarias en sí mismas para definir "lo normal". Una de estas" construcciones de norma" es la heterosexualidad. En este caso algo es "mostrado como normalidad cuando en realidad es una construcción social, la cual sirve para mantener el poder y asegurar el control". Esto es posible no por la definición de heterosexualidad en sí misma, sino a través de la construcción del "otro", del "no-heterosexual": del homosexual. La demarcación, la exclusión de la norma da lugar a la construcción de otra identidad; la descripción de la identidad colectiva de l@s homosexuales. En este proceso no hay que ignorar que la "normalidad", como forma dominante en la sociedad, depende de l@s excluid@s , es decir: la heterosexualidad depende de la homosexualidad. Quienes no pertenecen llegarán penosamente a tomar conciencia de su propia identidad colectiva a través de su exclusión. Se vive un sentimiento colectivo de "no pertenencia", de "ser diferente". "Salir del armario" como gai o lesbiana puede ser visto como primer paso en el proceso de fortalecimiento, y hay una pequeña duda crucial para el desarrollo personal y la autoconfianza. Pero al mismo tiempo esta identidad homosexual no podría ser posible sin la "normalidad"(heterosexual).
REDEFINICIÓN DE LA IDENTIDAD: PRIMER PASO PARA EL FORTALECIMIENTO:
Un prerequisito del movimiento de liberación gai-lésbico fue redefinir la identidad colectiva tomando la exclusión como positiva. "Orgullo gai", "Gai es bueno" fueron eslóganes que dieron valores positivos a la propia identidad. "El desarrollo de una política que reconozca la identidad es un primer paso en la politización de la resistencia de grupos oprimidos...Reconocimiento de la identidad es el resultado y el significado de la política liberadora, identidad es un término de lucha: una respuesta a la discriminación y al criterio de la norma. Identidad , en este sentido, significa conciencia de la historia común de explotación y opresión..."dice Susanne Kappeler, y esto significa fortalecimiento a nivel grupal e individual. Al principio muchos de estos movimientos lucharon por superar las definiciones heredadas de la exclusión. Al igual que mucha "gente de color" en EEUU (y en otras partes) tomaron el criterio socialmente heredado de "inferioridad" frente a la raza blanca, y lo superaron y reformularon en el proceso de organización. Así muchos gais y lesbianas partiendo de una opinión negativa de sí mism@s, la cual les llevó a una política de reivindicación de sus propios "derechos". El movimiento gai-lésbico emergido tras "Stonewall" fue, en gran medida, un movimiento de "exclusión", donde gais y lesbianas se fortalecieron trabajando desde su propia autoafirmación política. En el movimiento de mujeres, los grupos primero cubrieron la necesidad de compartir entre sí la experiencia común de opresión y de fortalecerse "como mujeres", y después desarrollar la acción política. Para ambos movimientos (o para los tres, si contamos los movimientos gai y lésbico por separado) un recurso puede ser identificado desde la identidad como experiencia común de opresión dirigida a "políticas de identidad", en las cuales las recien asumidas identidades gai, lesbiana o mujer, se prescriben y definen como las bases para la ación política. "Como en cualquier caso, en el consolidado movimiento gai, este frontal asalto a la noción de fronteras entre identidades sexuales, rápidamente pierde popularidad; los activistas gais comienzan a argumentar que los gais son una minoría sexual que debía tener los mismos derechos que oros ciudadanos, En vez de derribar el sistema, el nuevo objetivo fue readaptarlo, instando a l@s homosexuales a participar desde las bases por la igualdad." Así la identidad abandonó su carácter como término (temporalmente) de lucha y vino a significar construcción de normas –al menospara el grupo en el que esta identidad es asumida.
IDENTIDADES DOMINANTES: NORMAS INVISIBLES
"Identidad masculina", "identidad heterosexual" o "identidad blanca", existen como normas aunque no se tenga conciencia de ellas. No tiene sentido tratarlos como "términos de lucha" o "productos de liberación política" como escribió Sussana Kappeler – al contrario "a través de su carácter de norma impuesta, tienen un significado de configuración y opresión; y no se necesita una conciencia de la identidad para lograr esto". Rüdiger Lautmann mantiene que la heterosexualidad no es "objeto de identidad". Es sólo una "categoría de la que excluir", una "categoría de la que restar" ("todo, pero no esto" – no homosexual). "Puede ser que la heterosexualidad quiera ser vista como algo connatural al ser humano, esta falta de modestia es la razón de su aceptación universal". Esto refleja las relaciones de poder estructuradas en la sociedad, las cuales son prerequisito para el poder, definido desde la norma blanca, masculina y heterosexual. Cada vez más es necesario cuestionar esta forma de "identidad". Por un lado arrebatar de esta imposición su carácter natural. Por otro lado debilitarlo, hacerlo inseguro, lograr su colapso. Pero no es nuestro propósito negar estas identidades, pretender que no existen. " Como "blanco" – y también como "alemán"- tengo la visión de la norma. Sin reflejarme en ella, siempre me gustó juzgar a l@s otr@s en relación a esta norma, dividirl@s en categorías de acuerdo a como asumen la norma, jugar a asumir mi poder. "Masculino", "heterosexual" y "blanco" son atributos de poder, no de liberación. Al mismo tiempo limitan a aquellos a quienes se les aplica. Como norma, les roba su potencial diversidad de comportamientos, les hace esclavos de su norma. Cualquiera que haya intentado romper con la masculinidad habrá comprendido el poder de presión de la norma –incluso para los no-heterosexuales_ . Comienza con detalles banales como la ropa, pero de hecho es a través de estas superficialidades como puede ser vista fácilmente la presión social para obedecer la norma. (¿Alguna vez intentaste cambiar de ropa en público?). Aunque "fortalecimiento para ( heterosexuales) hombres" puede sonar extraño en una sociedad patriarcal; yo creo que es necesario romper el ciclo de reproducción de la masculinidad opresora. Pero en este proceso es importante vencer el poder de los hombres sobre (mujeres, gais, personas de color), alejarse del poder-sobre y reemplazarlo con poder-con otra gente, sean hombres, mujeres o quien sea.
IDENTIDADES MARGINADAS
Las identidades colectivas de grupos marginados, oprimidos, también son ambivalentes. Creo que invocar la identidad política tiende a sobrevalorar este aspecto del fortalecimiento; partiendo desde una conciencia colectiva de opresión e intentando redirigir la identidad hacia un camino positivo. Aunque este es un aspecto importante, el principio de exclusión es inherente a esta identidad colectiva. Ell@s también están construyendo normas y por lo tanto limitando la inclusión. Judith Butler advierte que a través de la lucha, la violencia es invisible, pero tenemos que estar segur@s de no producir nuevas formas de violencia- en este contexto: normas de identidad. Susanne Luhmann explica esto con el ejmplo de "identificada mujer, identidad lesbiana", lo cual fue abiertamente discutido en relación al trabajo de Adrienne Richa. Aquí de nuevo un "regularizado ideal" es construido, ya que al mismo tiempo lidera la marginalización y controla cuales formas de género y sexualidad son legítimadas y cuales no. En efecto, esto puede crear debilitamiento , cuando comienzo reconocer que no quiero luchar contra las normas del colectivo con el que me identifico. Susanne Kappeler hace una puntualización: "La satisfación y la razón de una conciencia política de identidad, no es celebrar una identidad recien asumida, sino superar la identidad racista, sexista, heterosexista y abolir todo criterio de discriminación y explotación. Políticas de identidad pero políticas con intereses fuera de las llamadas identidades, lo que significa la despolitización de la lucha por la autoliberación de los grupos oprimidos. Con estas políticas se identidad –políticas de mujeres en lugar de políticas feministas, políticas de lesbianas y gais en lugar de políticas antiheterosexistas, cultura femenina en lugar de crítica del patriarcado- ,con todas estas políticas de identidades y "diferencias", tal como están utilizándose actualmente, el sentido político de construcción de una "conciencia de identidad" colectiva de los grupos oprimidos se perderá. "Identidad" ha decaído como un término psicológico y cultural, y perdió su significación de liberación política."
PODER MARICA: EL DILEMA DE LA IDENTIDAD
Así es como surge la "política marica". Con el debilitamiento de la opresión resultado del fortalecimiento en los tres niveles (personal, colectivo y social)- La identidad marica es una opción que procura evitar la trampa de las identidades políticas- Aunque al mismo tiempo, insistiendo en la "conciencia de identidad como grupo oprimido". Puede ser una importante táctica política. Cuando actualmente puede ser fácil identificarse como gai –al menos en las ciudades de los países occidentales, e incluso llega a ser considerado una "elección de estilo de vida"- ¿Todavía tengo que asumir una de las identidades colectivas "gai" o "normal"?. ¿No son éstas, nuevas formas de limitaciones a mis opciones personales?. ¿Asumir esta identidad, significa que acepto esta norma, podría significar que tengo voluntariamente que ajustarme a la norma?. Habría muchas dificultades prácticas para rechazar esta asunción. Una es que las normas sociales tienen mucho poder para configurar la realidad, esto también me afecta a mí. Por supuesto soy un hombre adulto y tengo mi participación en las ventajas que el patriarcado ofrece a los hombres –aunque sean gais-. Otra es que la sociedad frecuentemente me impone una identidad, la quiero o no. Pero ¿Es que tengo que tomar partido perpetuando el binario "homo- hetero", tomar parte en su consolidación, obedecer las normas de la "comunidad gai"?. ¿Entonces donde está la liberación?. Para mí, fortalecimiento significa deshacerse de la necesidad de obedecer identidades colectivas. Ser gai, como uno más de los muchos aspectos de mi identidad individual, no más importante que otros. Esto plantea la cuestión de cómo liberarnos frente a construcciones sociales de la norma: El peligro es negar el poder de las identidades colectivas que existen. No tener conciencia de cómo una es parte de otra. Si intentamos rechazar la participación en la construcción y estabilización de estas normas, entonces, es posible, emergerán posibilidades para la liberación.
ANDREAS SPECK ESTÁ EN LA EJECUTIVA DE LA IRG, Y ACTUALMENTE TRABAJA COMO COORDINADOR DEL PROYECTO DE LA IRG "FORTALECIMIENTO SOCIAL Y NOVIOLENCIA".
ARTÍCULO PUBLICADO EN "PEACE NEWS FOR NONVIOLENT REVOLUTION" Nº 2439 (JUNE-AUGUST 2000)
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