‘Familia’

La semana pasada escribí sobre la dictadura de lo normal de mis padres. Ayer me desperté por la mañana con un sueño muy raro en el que figuraron mi hermano y mi hermana, ignorando mi desesperación cada vez mayor. No voy a entrar en detalles de este sueño, pero lo he leído como una invitación a reflexionar sobre mi hermano y mi hermana. En la actualidad no tengo contacto con ningune de elles.

Tengo un hermano un año mayor, casi exactamente. Realmente tengo pocos recuerdos de nuestra relación. Supongo que jugamos juntos cuando eramos más pequeños, pero no me recuerdo de nada. Siempre compartimos habitación, pero esto no necesariamente significaba que compartimos mucho más. Cuando mi hermano empezó ir a la secundaria – en Alemania con diez años – fue a un instituto más lejos, en otro barrio. Un año más tarde empecé a ir a la secundaria también, pero a otro instituto más cerca que incluyó la opción de hacer el bachillerato. Creo que a partir de este momento compartimos cada vez menos y tuvimos vidas propias y amigues propies.

Aunque mi hermano es un año mayor, en mi adolescencia era yo quien luchaba más con mis padres; por mi pelo largo (mi padre me amenazó con llevarme con fuerza a la peluquería), por la objeción de conciencia al servicio militar obligatorio. Una vez ganado mis luchas, mi hermano mayor también dejó crecer su pelo, y optó por la objeción de conciencia. Pero ya no fue necesario luchar por esto.

Mi hermano se fue de la casa antes de yo, y partir de este momento tuvimos cada vez menos contacto. Estoy segure que el también lo entendió como una liberación, como escapar de una cárcel emocional, pero nunca hablamos sobre esto. Luego el se fue de Duisburg, y poco a poco nuestro contacto se redujo a cero. Me llamó algunas veces, pero realmente no tuvimos nada de decirnos o contarnos. Durante mis últimos años en Londres me envió a veces (¿dos veces?) un correo que estaría en Londres unos días por un trabajo y si podríamos vernos, pero al final nunca encajamos. La única vez cuando yo estuve en Londres al mismo tiempo al final su trabajo terminó antes de lo previsto y en vez de encontrarse conmigo volvió antes a Alemania. ¡Tanto interés en encontrarse! No me importaba nada, y en realidad temía un reencuentro, no tenía ni idea de que esperar de un encuentro, y de que hablar. Me llamó la última vez justo antes de mi viaje en bici por América Latina, probablemente más por la insistencia de nuestros padres. Tampoco tuvimos mucho de decirnos.

También tengo una hermana menor. Es un año y medio menor. Cómo me escribió mi padre, “mis problemas empezaron cuando nació mi hermana menor.” ¡Mierda! Tampoco tengo recuerdos de nuestra relación cuando eramos más pequeñes. Ella tenía siempre su habitación propia, como era la única chica.

También fuimos a institutos distintos, y tuvimos amistades propias. Creo recordándome que durante un tiempo jugamos más juntes, cuando yo tenía una fase de juegos más femeninos, y jugamos con muñecos y muñecas.

Más tarde, cuando yo estuve con mi aprendizaje de electricista en una multinacional y de verdad tuve un buen amigo (con nada de atracción sexual), ella al final ligó con el, así quitándome mi entonces mejor amigo (ahora su marido). Dolió en el momento. Al mismo tiempo ya había empezado a entrar en círculos más activistas, ecologistas, en un mundo propio más adecuado para mi. También entiendo que era su estrategia para escapar de la casa de nuestros padres.

Me fui de Duisburg para estudiar, y nuestro contacto también se redujo bastante, como visité poco a nuestros padres, y poco a mi hermana. No me recuerdo si en estos años nos llamamos por teléfono (fijo! Estoy hablando de la segunda mitad de los 1980, y las llamadas de larga distancia eran caras). Cuando pasé de la objeción de conciencia legal a la insumisión (en Alemania) y tuve que ir a un juicio en Duisburg a veces, siempre me quedaba con mi hermana, esto sí. También nos alojaba cuando llegamos con varias personas para una acción. Ganado el último juicio por la insumisión y terminado mis estudios me fui a Oldenburg, en el noroeste de Alemania, y me recuerdo que si nos llamamos regularmente por teléfono. Pero, también me recuerdo que yo muchas veces escuché más a sus historias, comenté algo, pero compartí poco de mi vida. Por un lado esto era mi patrón de mi trauma, no compartir casi nada de mi, pero al otro lado cuando conté algo de mi vida, del activismo, etc, muchas veces su comentario solo fue “de esto no entiendo nada”. Fueron llamadas poco profundas y poco equilibradas. ¿Por qué yo debería tener una idea de la vida de una familia heteronormativa, de la crianza, y ella no de mi vida activista, queer? “Del tema de género no entiendo nada”, me comentaba una vez. ¿Realmente a ella le interesaba quien era yo, quien soy yo? ¿Qué a mi me mueve?

Corté el contacto con mis padres, y me fui a Londres. Nos llamamos menos, y nos vimos todavía menos. Durante años nunca fui a Alemania, y cuando fui, fui para visitar a amigues o para ir a encuentros, y no para visitar a mi hermana, mucho menos a nuestros padres. No sé cuando, pero en un momento empecé a visitar a mi hermana, y retomamos un poco el contacto, pero sin cambios en los patrones. Poco a poco mi hermana me “convenció” a permitir la presencia de nuestros padres, aunque no me gustaba nada. Entonces empezó a ser habitual salir para comer una vez con nuestros padres cuando visité a mi hermana. Nunca retomé el contacto directo con nuestros padres, y creo que fue un gran error permitir esta retoma de contacto, aunque fue un contacto muy limitado.

Hace cuatro años, cuando entré en una crisis brutal por mi trauma complejo y corté de nuevo el contacto con nuestros padres, mi hermana se puso al lado de mis padres. Dolió. Dolió mucho. Decidí también cortar el contacto con mi hermana, y desde entonces no hemos tenido contacto alguno, al menos ningún contacto directo. Dos veces pide a mi hermana a través de una amiga fotos de mi infancia, y ambas veces recibí fotos a través de la amiga mía. Lo agradezco, pero no cambia mi decisión.

No tengo ningunas ganas de volver a conectar con mi hermana. Tampoco quiero que ella actúa como intermediaria entre mis padres y mi. No quiero que mis padres saben de mi, de mi vida, más allá de lo que pueden leer en mi blog. No quiero reconectar con mi ‘familia’, como no me aporta nada y me cuesta mucho al nivel emocional. Una 'familia' en la que nadie realmente quiere verme como quien soy. Aunque hay grados de 'tolerancia' distintos de mi forma de vida, a nadie le interesa verme, entenderme. No me quedaría con amigues que no quieren verme, que no quieren entenderme (aunque entiendo que a veces quizás no es tan facil), ¿para que quedarme con la familia? Me causa daño, y la quiero lejos. Muy lejos.

Quizás con todo esto no sorprende que para mi el concepto de ‘familia’ no tiene nada positivo – es simplemente una mierda. No hace falta llevarlo a lo político, a la familia como núcleo del patriarcado. Mi propia experiencia traumática con mi ‘familia’ ha sido más que suficiente para quitarme la idea de familia para siempre. Para mi ya no funciona intentar dar otro sentido a esta palabra. Es una palabra sucia, de la que no quiero reapropriarme.

Busco comunidad. Pero, por favor, dejadme en paz con familia. Y, para mi familia: “dejadme en paz!

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